Los Coristas: el lenguaje de la música y un ejemplo de profesor a seguir.
Clement Mathieu es un profesor de música-compositor algo frustrado- sin trabajo que comienza a trabajar tras la segunda guerra mundial como vigilante en un internado llamado “El Fondo del Estanque”, lugar especial para menores que han sido rezagados y olvidados por la sociedad. Muy pronto conoce los métodos represivos del director Rachin, quien tiene como método pedagógico la “Acción y reacción” que no es más que un método represivo y autoritario. Mathieu, enfrentado a tremendo ambiente, va descubriendo en su práctica como acercarse a los niños y ganarse su respeto, esto lo logra a través del lenguaje universal de la música que es además su pasión. Contra todo lo establecido en el internado organiza un coro con los chicos de su clase y les da un poco de esperanza y libertad a través de la música. Este modesto pero brillante docente se convierte en una influencia muy positiva para sus estudiantes y hasta para sus compañeros docentes. De alguna manera entre voces y notas muestra un camino diferente a los jóvenes de aquel lugar. Esta hermosa película francesa dirigida por Christophe Barratier, estrenada en 2004, ganadora en 2005 del premio Oscar como mejor película extranjera, nos enseña varias cosas en torno a la educación. Veamos algunas de ellas:
El estudiante es un sujeto no un objeto…
Los métodos represivos y autoritarios del director Rachin se alejan totalmente de las realidades que viven sus estudiantes. Estos jóvenes han sido olvidados por la sociedad que fue golpeada por la guerra, muchos de ellos eran huérfanos, victimas del conflicto. Sus vidas habían dejado de ser la de chichos felices que juegan y se divierten, a ser la de refugiados, sin una familia y llenos de todos los temores que puede traer una guerra. Si bien eran jóvenes rebeldes llenos de ansiedades y angustias, con mucha energía por liberar, que de alguna forma necesitaban ser controlados para lograr convivir en el internado, los métodos de acción-reacción lo que lograban era mas violencia, mas miedos, mas ansiedades; Mathieu con métodos pedagógicos mas blandos, logra acercarse a sus estudiantes porque entiende que son sujetos, logra ver en cada uno valiosas características y aptitudes, y se concentra en explotarlas. Mathieu lleva a sus estudiantes por un camino en el que ellos descubren que son buenos en la música y que esta es un alternativa excelente para aprender a convivir y a trabajar en equipo. Tener en cuenta al estudiante en los procesos de aprendizaje y enseñanza es importante pues hace de la relación maestro –estudiante una experiencia enriquecedora en la que cada día se vive y construye algo nuevo.
Se educa por el ejemplo…
Aunque esto de alguna manera hace parecer al maestro como un sujeto que no puede equivocarse y cuya imagen debe ser siempre de pulcritud y entereza ante cualquier situación, debemos reconocer que de las experiencias escolares una de las cosas que mas se recuerda es la figura de los docentes, ya sea para bien o para mal, porque los maestros logramos dejar huella. Trabajar porque esa huella sea positiva me parece indispensable en los docentes. Es claro que nuestros métodos varían, que nuestra ideologías son diferentes, que vemos la educación y las formas de educar de maneras muy distintas y que el tipo de sujeto que queremos formar puede variar entre nosotros, pero al ser transmisores de mundo creo que tenemos la obligación de transmitir posibilidades de soñar y hacer mejor las cosas, de cambiar realidades y construir mundos posibles. Tal vez suene un poco utópico y deba reconocer que en nuestra labor no podemos hacer milagros y que hay realidades difíciles de alterar, pero Mathieu se encontró con unos chicos violentos, sin muchas ilusiones y llenos de miedos y logro transformar todo eso y realizar un sueño, no solo para él pues logro que su música fuera escuchada, si no para jóvenes que necesitaban ver otras posibilidades – hasta hubo un momento en que el director Rachin parecía estar cambiando-. Mathieu dejo grandes enseñanzas a sus estudiantes, tanto así que es de su diario personal y de sus bitácoras de clase desde encontradas por uno de sus estudiantes desde donde se narra esa historia. Hay que reconocer al maestro como un ser humano, como un sujeto que también esta en formación durante toda la actividad escolar, pero hay que hacerle ver también la gran responsabilidad que tiene sobre sus hombros la ser formador de hombres y mujeres, por lo cual esta en deber de transmitir y ayudar a construir realidades posibles.
Los grandes cambios que puede traer consigo la educación…
Mathieu llego a sus estudiantes con un método pedagógico mas blando, lleno de afectos, oportunidades y posibilidades de cambio. La música fue el medio ideal para lograr un proceso educativo donde el trabajo en equipo, el dialogo- que en este caso era en lenguaje musical- y la disciplina – ya no hacia lo autoritario sino hacia la perseverancia y la constancia- fuesen pilares en la vida de aquellos jóvenes que dejaron la violencia, la antipatía y la desesperanza. La educación es vital para las sociedades, es un bien publico que debe ser cuidado por todos y al que todos tienen acceso- valga la redundancia-. La educación es principio y fin en si misma, es forjadora de grandes ideas, de grandes hombres. Las sociedades que no le apuestan a la educación y que no invierten en ella pagan un precio muy alto, pues son sociedades que no cuentan con los insumos humanos suficientes para crecer y desarrollarse. Esta película nos muestra como apostarle a un cambio en el sistema puede ser la solución ideal para tener grandes seres humanos, la educación puede representar la salida para dejar la violencia y la desigualdad siempre y cuando se imparta equitativamente. Los chicos de “el fondo del estanque” lograron ser mejores personas, incluso uno de ellos siguió el camino de su profesor y se hizo compositor.
Esta bella película es mas que recomendada para todos y todas aquellos docentes en siempre en formación, pues permite ver como en contextos tan difíciles aun es posible trabajar y lograr cambiar un poco las realidades, pero en especial enaltece el ejercicio docente como transformador y muestra la gran responsabilidad que tenemos al ser transmisores de mundo y formadores de hombres y mujeres.